Los niños están llenos de energía y que mejor forma de darle una buena salida que subirte a la bici con ellos y meterlos de lleno al mundo del deporte y compartirle tu pasión por el triatlón.

Sabemos perfecto que el principal problema de salud infantil es la obesidad, y lo mejor que podemos hacer es prevenirla. La bicicleta es una muy buena opción para mantener a tus hijos entretenidos.

Andar en bici le puede traer grandes beneficios, tales como:

– Ayuda a aumentar la resistencia y agilidad
– Mejora sus articulaciones, sistemas circulatorio y respiratorio
– Estimula la coordinación
– Ayuda en el equilibrio corporal
– Favorece el desarrollo intelectual infantil
– Ayuda a crear vínculos y lazos sociales

Sin olvidar, que podrás pasar un buen rato a su lado practicando deporte.

Así que pónganse un pants, desempolven la bici y salgan a pasar un tiempo divertido y lleno de salud para ti y tus hijos.

Entrar en una tina con hielo después del entrenamiento es una práctica muy común entre los atletas, pues es una excelente forma de recuperar los músculos más rápidamente y reducir el dolor.

Además de este baño de hielo, algunos deportistas utilizan también el contraste de temperaturas, alternando entre agua fría y caliente, con lo cual se obtiene un efecto muy parecido a la inmersión en hielo. Pero, ¿realmente funcionan estas técnicas?

La teoría detrás de la inmersión en frío después del ejercicio

Esta teoría está relacionada con el hecho de que el ejercicio intenso en realidad causa microtraumas, es decir, pequeños desgarros en las fibras musculares. Este daño muscular no sólo estimula la actividad de las células del músculo y ayuda a reparar el daño y fortalecer los músculos, sino también está vinculado con el dolor muscular, que se produce entre 24 y 72 horas después del ejercicio.

Se cree que la inmersión de hielos tiene estas ventajas:

-Constreñir los vasos sanguíneos y los productos de desecho a ras, como ácido láctico, de los tejidos afectados.
-Reducir la actividad metabólica y ralentizar los procesos fisiológicos.
-Reducir la hinchazón y la descomposición del tejido.

Luego, con el recalentamiento, se acelera el flujo sanguíneo y la circulación, y a su vez, mejorar el proceso de curación.

Cuando pasas mucho tiempo agarrando el manubrio de tu bicicleta, puedes sentir algo que llamado parestesia, la cual es conocida como el adormecimiento de las palmas de las manos, esto es causado por la alta presión y control que se ejerce en esta parte del cuerpo al andar en bici.

El nervio ulnar es el responsable de la parestesia, pues recorre todo tu brazo, desde el hombro hasta los dedos. Así que cuando éste se cansa, la extremidad lo reciente.

Para evitar este inconveniente, sólo hay que evitar el exceso de presión en dicho nervio y seguir los siguientes consejos:

Las manetas de freno o el “freno de mano”, debe estar a una altura ideal para que tus manos no giren demasiado hacia arriba o abajo, ya que al hacerlo se presiona el nervio, provocando que se duerma tu brazo.

Casi siempre, la mala posición del sillín influye en la parestesia, ocasionando que esté mal distribuido el peso de nuestro cuerpo y no se cumpla el ideal (60% en la parte trasera y el 40% en la parte delantera).

Usar guantes o puños te ayudarán a darte un mayor soporte en la parte exterior, para que la palma se pueda apoyar mejor y aminorar la presión del nervio.

Hay una gran cantidad de prendas que aseguran ayudar en la pérdida de peso, con base en una mayor sudoración, sin embargo, esto parece ser sólo un mito, pues nada ha comprobado hasta ahora, que sea la prenda de un material en específico (comúnmente neopreno o plástico) la que ayuda a quemar más calorías y así perder peso.

Lo que en realidad provocan estas prendas es un grado de sudoración mayor en el cuerpo, sin embargo, una gran cantidad de sudor no es sinónimo de pérdida de peso, sino de deshidratación, lo que puede traer consecuencias graves a nuestro cuerpo, tales como:

-Deterioro de la capacidad de rendimiento
-Reducción del ritmo, o tener que detener por completo la actividad
-Fatiga previa

Al sufrir una deshidratación nuestro rendimiento disminuirá notablemente. Por lo que sí se debe destacar que estas prendas pueden ser peligrosas, pues se enfocan en “adelgazar” una zona concreta cuando la pérdida de peso ocurre de forma general y no en zonas específicas del cuerpo.

La falta de tiempo es una de las razones más comunes por la que las personas dejan de asistir a sus entrenamientos. Una encuesta realizada en el 2013 a distintas personas, señala que el 24% de ellas afirma que si tuvieran una hora libre más al día la usarían para hacer ejercicio.

Entonces, ¿el tiempo es lo único que nos hace falta? Quizás, sin embargo la clave está en tener la fuerza y la motivación para incorporar un poco de actividad física a nuestro ajetreado día.

Aquí hay algunas maneras de priorizar tu ejercicio, sobre todo, si tu problema principal es la ausencia de tiempo:

1 – Aumenta tu actividad física tomando lo que te rodea

Cuando ir al gimnasio no parece ser lo más factible, aumenta la actividad física en tu vida diaria; desde los aspectos más pequeños y hasta trillados. Por ejemplo, subir las escaleras en lugar de usar el elevador.

2 – Convierte tu rutina de limpieza en una rutina de ejercicios

Tomar la hora de limpieza en el hogar como una manera de ejercitarte puede hacerlo menos aburrido.

3- Convierte cualquier lugar en un gimnasio

Ya sea que estés de pasada por el parque o te encuentres dando vueltas en la ciudad, cualquiera de estos sitios puede ser un gimnasio completo. Da clic a la información señalada para inspirarte.

4- Acopla un poco de yoga a tu vida diaria

El yoga es una manera muy sencilla de hacer ejercicio. En lugar de mirar la televisión antes de cerrar los ojos, puedes intentar realizar algunas de estas posturas de yoga para dormir mejor.

Éste es tan sólo un ejemplo, pues hay distintas maneras en las que cambiar una actividad cotidiana por unos minutos de ejercicio puede ser más simple de lo que crees.

En estos 4 consejos se habla de sustituir actividades que hacemos por “default” y cambiarlas por actividad física. Sin duda una de las mejores maneras de priorizar nuestro bienestar y aprovechar nuestro tiempo.

Quizá no lo consideres importante, pero la hora en la que haces ejercicio puede impactar en los beneficios que obtendrás de este.

Todo depende de tus biorritmos, estos son los ciclos de funcionamiento del cuerpo que están relacionados en su totalidad con la segregación de las hormonas.

No existe una hora exacta en la que puedas hacer ejercicio, pero hay parámetros para que puedas aprovechar los biorritmos de tu cuerpo:

En la mañana

Cuando despiertas, tu organismo está un poco lento porque viene de una etapa de relajación; por lo tanto, los niveles de glucógeno son muy bajas y el rendimiento físico será menor. La ventaja de hacer ejercicio por la mañana es que el metabolismo se acelera y ayuda a perder peso.

A medio día

Resulta una gran hora para hacer ejercicio, pues los biorritmos se encuentran con la hora de la comida y será más fácil llegar a los objetivos aunque, por cuestiones climáticas, es posible que tu pérdida de líquidos a través del sudor sea muy alta y te descompenses.

En la noche

Las primeras horas del atardecer son el momento del día en que tenemos mayor rendimiento físico, pues todos nuestros sistemas (digestivo, cardiaco, etc.) están activos.

Si tu objetivo es tonificar tu cuerpo, tendrás que aprovechar la tarde para hacer ejercicio, ya que el nivel hormonal hace que la fuerza trabaje mucho mejor. Cambia el entrenamiento de pesas por una rutina cardiovascular, como la natación, running o tenis.

Si tu objetivo es relajarte después de una jornada laboral pesada, la tarde-noche es ideal, pues es cuando tu cuerpo se concentra en el ejercicio y no en los pendientes del día.

Finalmente, los horarios los vas a determinar dependiendo la carga diaria que tengas, aprovecha todo momento posible y no dejes de entrenar.