El entrenamiento es básico para tener buenos resultados en el apasionante mundo del deporte y te presentamos cuatro buenos consejos para que cada sesión de entrenamiento sea bien aprovechada.
1 – Diario de entrenamiento: Para asegurarnos que el volumen de entrenamiento aumenta lentamente, de forma gradual puede ser de gran utilidad registrar nuestras sesiones en un pequeño diario que podría incluir por cada sesión una información básica: distancia, ritmo aproximado, frecuencia cardíaca (si disponemos de pulsómetro), cómo te sentiste (tu percepción). Aquí también puedes incluir toda la información adicional que consideres oportuna. Te gustará revisarlo con el paso del tiempo y comprobar tus progresos.
2 – Incrementar las cargas de forma gradual: Uno de los principios básicos de todo entrenamiento es la adaptación. Para favorecer ésta debemos incrementar de forma gradual nuestro volumen de entrenamiento (no aumentes la carga semanal más de un 10%). En cuanto a la intensidad, igualmente es conveniente comenzar por intensidades bajas para ir incrementando éstas y también el número y la duración de los intervalos en intensidades altas.
3 – Motivación Personal: La motivación no es algo que podamos adquirir como una bicicleta o unas zapatillas. Está dentro de ti. La motivación nace de las razones personales para practicar triatlón (estar en forma, reto competitivo, mejorar la salud, divertirse,.. ). Mantener esta motivación inicial puede verse beneficiada por algunas estrategias como entrenar con otras personas, unirse a un club, controlar tus progresos, ser metódico como con cualquier otra actividad y equiparar tus aspiraciones con tu capacidad y otros requisitos de tu vida cotidiana.
4 – Recuperación: Es una parte tan importante como el propio entrenamiento (también llamada ?entrenamiento invisible?) y debe ser programada como las propias sesiones, máxime en deportistas aficionados que compatibilizan sus entrenamientos con otras actividades (trabajo, familia, compromisos,..).
Una buena sugerencia es descansar uno o dos días por semana, después de un día intenso, continúa con una sesión suave al día siguiente, escucha a tu cuerpo y no dudes en tomarte un día de descanso extra cuando éste te lo aconseje.