A los corredores principiantes puede costarles algo de trabajo terminar una sesión completa de ejercicios intensos, pues llega un momento durante el entrenamiento de carrera en el que el cuerpo comienza a sentirse incómodo, aunque debes estar atento, pues nunca debe doler.
En caso de que te cueste trabajo distinguir entre una molestia por dolor y otra por sólo cansancio, es necesario que te acerques a un especialista lo antes posible, pues es mejor gastar algo de tiempo y dinero para prevenir, que pasar hasta 6 meses intentando recuperarte de una lesión.
Las lesiones más comunes en los corredores se presentan normalmente por una sobrecarga de ejercicio o por una mala ejecución de la rutina. Si sufres alguna de las molestias que te presentamos a continuación es necesario que sigas los pasos de cómo tratarlo. En cambio, si las molestias continúan acude inmediatamente con tu médico.
Rodilla de corredor (Síndrome de dolor patelofemoral)
Cómo tratarlo: Toma por lo menos tres días de descanso hasta que te sientas completamente libre de dolor. Evita subir o bajar pendientes durante tus entrenamientos, ya que esto pone más presión sobre tus rodillas. También es recomendable que fortalezcas los cuadríceps con ejercicios como la natación o la elíptica, pues estos controlan el seguimiento de las rodillas.
Calambres en las piernas (Síndrome de la tensión tibial media)
Cómo tratarlo: En cuanto sientas las primeras punzadas de dolor, es necesario que tomes un descanso hasta que esta sensación desaparezca, luego regresa lentamente a terminar con tus ejercicios. Si el dolor continúa hasta el final de tu entrenamiento y se esparce en una amplia zona, se podría hablar ya de una fractura por estrés, y es este momento donde debes visitar al médico.
La mejor y más fácil forma de evitar calambres en las piernas es aumentando gradualmente el kilometraje; correr sobre superficies blandas tanto como te sea posible y usar un calzado correcto para las necesidades únicas de tus pies.
Torcedura de tendón
Cómo se tratar: los tendones son músculos muy sensibles, por lo que no es raro encontrarse con corredores que frecuentemente sufren de este problema. En el momento en que sientes que alguno de tus tendones ya no anda nada bien es necesario que disminuyas el paso y te detengas lo antes posible. Evita estirar el tendón mientras el dolor siga, esto disminuirá las molestias.
Realiza ejercicios de recuperación de bajo impacto; la natación o la elíptica también son una muy buena opción.