Hacer uso de pedales automáticos en ciclismo es una práctica muy recomendable y prácticamente todos los ciclistas que los prueban continúan haciendo uso de ellos.
Entre las ventajas de usar este tipo de pedales están:
Pedaleo más eficaz
Con los pedales automáticos podemos pedalear ejerciendo fuerza sobre todo el recorrido o circunferencia de los pedales, consiguiendo lo que se denomina pedaleo en redondo. Gracias a esta mayor eficacia en el pedaleo, se mejora la efectividad de los entrenamientos en bicicleta y se reducen lesiones derivadas de desequilibrios musculares entre ambas piernas.
Sujeción más óptima
Con los pedales automáticos nuestros pies van sujetos a la bicicleta de manera firme y se evitan esos pequeños accidentes que pueden ocurrir cuando se nos escapa un pie del pedal sobre terrenos accidentados. Además, gracias a esta firme sujeción de nuestros pies, se mejora el control de la bicicleta y nos permite realizar diferentes maniobras (saltos, subir bordillos, etc…) simplemente dando pequeños tirones con los pies.
Posición correcta del pie
Utilizar pedales automáticos hace que la posición de nuestros pies sobre el pedal siempre sea la misma, sin permitir diferentes posturas que puedan provocar algún tipo de lesión a largo plazo. Lo único que debemos hacer es asegurarnos de ajustar correctamente la posición de las calas en nuestras zapatillas de forma que el pie quede paralelo al pedalier de la bicicleta y el pedal justo debajo del punto central del metatarso del pie.
Existe cierto miedo entre los principiantes y otros ciclistas que nunca han utilizado pedales automáticos a la hora de iniciarse con los mismos. Lo cierto es que cuando no estamos acostumbrados, es bastante fácil y común sufrir esas típicas caídas a bicicleta parada debido a que nos hemos olvidado desenganchar los pies o hemos tardado demasiado, pero siempre sin mayores consecuencias. Lo cierto es que con un poco de práctica, el gesto de enganchar y desenganchar el pie del pedal automático se hace de forma mecánica y no trae mayores problemas.
Resumiendo de forma general, los pedales automáticos son más seguros, favorecen la eficacia de nuestro pedaleo ya que podemos ejercer fuerza hacia abajo con una pierna y hacia arriba con la otra consiguiendo un pedaleo en redondo, y nos evitan lesiones y dolores de articulaciones una vez están bien ajustados. Con un poco de práctica y algunas salidas con ellos, cualquiera puede beneficiarse de las ventajas de este tipo de pedales.