La comunidad corredora sabe que la distancia oficial del maratón es 42 kilómetros y 195 metros, o como fue concebida originalmente: 26 millas y 385 yardas. Pero, ¿Cómo nació esa distancia? La definición ocurrió en los Juegos Olímpicos de Londres 1908.
La intención de los organizadores de los Juegos de Londres fue que su trayecto semejara al del maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas, de 1896, y con eso a la mítica carrera de Filípides, arrancando en el poblado de Maratón para llegara a la meta ubicada en Atenas.
La distancia había variado en cada edición anterior, por lo que el Comité Olímpico Internacional decidió fijarla en 25 millas, en atención a que los Juegos se celebrarían en Londres, donde se usa el Sistema Imperial (millas, no kilómetros). Se encargó a Jack Andrew, Secretario del club de corredores “Sabuesos Politécnicos de Londres”, llegar a una definición final.
Después algunas controversias con los medios de información Andrew propuso una ruta de de 26 millas, ubicando salida y meta en sitios relacionados con la realeza que había expresado su interés por la prueba de la maratón. La salida se ubicó en una avenida cercana al Castillo de Windsor y la meta sobre la pista del Great White City Stadium, frente al Palco Real.
Pero la familia real tenía interés por que los hijos de la princesa de Gales presenciaran el arranque, por lo que se cambió la salida al interior del Castillo. La idea era que los corredores le dieran una vuelta completa a la pista, que medía 586 yardas, antes de llegar a la meta.
Cuando Andrew se enteró de que la entrada principal al Estadio no podría ser usada para el maratón porque había sido adaptada para la entrada de los carruajes reales, utilizó una entrada alterna en el lado opuesto del Estadio.
A fin de que los espectadores vieran por más tiempo a los corredores decidió que al llegar a la pista corrieran a favor de las manecillas del reloj, contrario a lo usual, de lo que resultaron las 385 yardas adicionales a las 26 millas que se corrieron fuera del Estadio.
De esta manera, la definición original de la distancia del maratón nació en millas y yardas, de acuerdo las unidades usadas en el Reino Unido, y después “traducida” a kilómetros y metros.